26 ABRIL 2024

© 2016 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2016
Localizacion
Añover de Tajo, Toledo (España)
Soporte de imagen
-120 MM.-T MAX 400
Fecha de diario
2024-04-26
Referencia
4491.1

ADENTRÁNDOME EN LAS TINIEBLAS 32.1
La soledad tiene una doble utilidad: en primer lugar nos permite estar a solas con nosotros mismos, y en segundo lugar nos evita estar con los demás. Una persona no puede ser completamente ella misma sino cuando está sola, quien no ama la soledad es porque no ama la libertad. Quien a tiempo se haga amigo de la soledad habrá adquirido una mina de oro. Arthur Schopenhauer.
Lunes, quince de abril de dos mil veinticuatro

El juego con la soledad es apasionante en los primeros tramos de la vida. En pleno apogeo vivencial puedes probar y cancelar cuando se te antoje porque te canse o te aburra (la soledad, como cualquier exquisitez, es exigente); y luego volver a la vida social, ir y venir, ida y vuelta descomprometida, a golpe de impulso o necesidad. Ejercer la voluntad de elección es pura libertad. Lo que te pida el cuerpo y el alma, lo que necesites.
Ese tesoro esconde un artefacto de efecto retardado en sus entrañas que no es otro que el paso del tiempo, fatalidad y condena para la que nadie te prepara, salvo lo que uno mismo consiga construir, que nunca será suficiente.
De pronto, la soledad con la que jugabas confiadamente a tu entera elección, deja de estar a tu servicio para convertirse en una calamidad, una condena, una pesada cadena al tobillo que tira de ti hacia las tinieblas.
A partir de un cierto momento vivencial, el filón de oro de Schopenhauer se agota y las galerías por las que circulabas alegremente se te caen encima entre polvo y miseria. Alquimia al revés. La soledad deja de ser libertad orlada de atributos felices para convertirse en desapacible malestar. Esas son las consecuencias ásperas e inevitables de las vidas agostadas por el tiempo, acabadas ya. Es la naturaleza misma del mal del vivir, es la ley implacable de la vida. Irreversible…
La Fotografía: En el vestíbulo de entrada dónde se celebrará la epifanía del advenimiento de la soledad total, divisas al fondo la silla que baila porque todavía no ha llegado quien la ocupará. Serás tú, porque mereces el aciago premio de sentarte ya que has llegado tan lejos en el tiempo y estás cansado…

Pepe Fuentes ·