COLECCIÓN DE MISCELÁNEAS 82
«Un imponente viaje a los confines de la Tierra y del arte. La película, de una deslumbrante plasticidad tan etnográfica como pictórica, muestra nuestra pequeñez ante una pantalla suprema (…) una obra mayúscula.» Javier Ocaña
Sábado, diecisiete de mayo de dos mil veinticinco
A finales del s XIX, de Dinamarca parte una misión de un pastor luterano y fotógrafo, para construir una iglesia en los confines de Islandia. Este hombre joven podría haber llegado en barco al lugar donde desarrollaría su trabajo evangelizador y construcción de una iglesia, sin embargo, decide atravesar la isla en una expedición por tierra formada por varios hombres y caballos.
Viaje iniciático, dado el desconocimiento del territorio virgen de la despoblada isla. Exploración de unas tierras de una belleza asombrosa y convulsa por su desolada peligrosidad. Deben cruzar ríos difíciles, sistemas montañosos y desolados territorios nevados.
El pastor, a lo largo del viaje emulsiona las placas de cristal en los arroyos o lagos. A lo largo de la expedición surgen tensas fricciones con el explorador. La historia, al parecer está creada a partir de una colección de placas fotográficas del s XIX, encontradas accidentalmente en algún lugar de Islandia.
Las fotografías que realiza el pastor artista, supongo que recreaciones de esas mismas placas, son de una belleza y originalidad increíbles por su modernidad: sencillo, directo, escueto sentido del encuadre y poéticas composiciones, plenas de equilibrio. Los retratos, de gran intensidad por la penetración y sugestión psicológica de los personajes.
Ambos protagonistas (explorador y pastor), son de carácter fuerte, áspero y radicalmente incompatibles.
La historia cuenta la revelación que supone para los ojos y experiencia del pastor, su encuentro con la isla, tanto por los paisajes que fotografía obsesivamente, como por las gentes del pequeño pueblo, ya evangelizadas, pero que necesitan de su apoyo espiritual. Para él, los descubrimientos que experimenta (naturaleza, belleza y amor) le someten a una tensión emocional que no puede soportar.
Los seres humanos no solemos estar preparados para resistir tanta intensidad en experiencias problemáticas cultural y espiritualmente.
La Fotografía: Confesión de un explorador islandés, de espaldas al mar, a un pastor luterano danés, en una película islandesa: Godland, guion y dirección, Hlynur Palmason. Islandia, 2022
-Tranquilo. No me pondré violento. No soy ningún animal ¿Usted lo es? ¿Encontró el caballo?
-Una vez mee en el agua de alguien. Ruegue por mí.
-Y otra vez me reí de alguien que estaba herido. Ruegue por mí.
-También he sido egoísta y cobarde. Ruegue por mí.
-Tengo malos pensamientos a todas horas. Ruegue por mí.
-Dejé morir a alguien, cuando podría haberlo salvado. Ruegue por mí.
-No dejo de mentir. Ruegue por mí.
-Tengo miedo de Dios. Ruegue por mí.
-Y yo maté a su caballo. Ruegue por mí.