En aquellos días de verano, sin otra cosa que hacer, visitaba todas las tardes, insistentemente, sitios semejantes a éste donde se podía ver que algo había pasado, pero no se sabía qué.
21 MARZO 2004
© 1989 pepe fuentes
En aquellos días de verano, sin otra cosa que hacer, visitaba todas las tardes, insistentemente, sitios semejantes a éste donde se podía ver que algo había pasado, pero no se sabía qué.