Antiguo y querido amigo, Carlos Villasante, tocando el violín, cuando todavía no se había producido la «venta de un futuro»; título de una magnífica AV. de la que es autor. En aquél tiempo (1978/1981) tuvo mucho que ver con mi dedicación y aprendizaje fotográfico. Ahora, después de muchos años, no hemos vuelto a reconocer. El paso del tiempo propicia felices reencuentros porque ya no es preciso representar nada: casi todo lo que podía suceder, ha sucedido.
30 JUNIO 2004
© 1980 pepe fuentes