Sr. Blando. Personaje que necesita ser reconocido y aceptado A cambio se le pide que haga trabajos de figuración, que aplauda y se disfrace de personajes huecos pero vistosos. Nunca discute las decisiones del poder y su cobardía se transmuta en rencorosa simpleza. Resulta de cierta utilidad para mantener el tono retórico de la Ciudad. Es un hombre muy apreciado por el clero. Tiene una peculiaridad, en ocasiones puede hacerse invisible.
14 DICIEMBRE 2004
© 1987 pepe fuentes