EPILOGO. La ciudad, para combatir el aburrimiento que crece y crece en oleadas incontenibles, ha recurrido a la historia y ofrece lecturas culturales tridimensionales; pero no funciona. No parecen interesar ni siquiera a las piedras, ya muertas, que sitian la ciudad por su lado sureste. Estas, a veces, gimen y se dejan caer pesadamente buscando el río que las lleve a otras ciudades, a las que todavía no se les haya acabado su tiempo. Telón.
23 DICIEMBRE 2004
© 1980 pepe fuentes