Me coloqué debajo y me asusté, sentí que se me iba a pegar donde se sitúa la memoria, entre los omoplatos, como absurda y pesada protuberancia, ligeramente viscosa. Animaba un poco el que a veces emitía unas vibraciones que me hacían cosquillas.
29 DICIEMBRE 2004
© 2000 pepe fuentes