Caminaba por el campo y me encontré con esta cara, (siempre fotografío estas cosas). Una vez ultimada, me di cuenta de dos cosas: la imagen desprendía una atmósfera mortal y la estructura de la cabeza era igual a la mía, especialmente la frente. La coincidencia inesperada me inquietó, aunque me tranquiliza el que todavía no he presentido al mensajero.
11 FEBRERO 2005
© 2004 pepe fuentes