EL LIBRO DE LA RISA. Nostálgica (historia del incesante alejamiento). En el principio de los tiempos, los fotógrafos se encerraban con su cámara bajo un paño negro; nadie sabía, salvo ellos, lo que allí ocurría. Después el ojo se adhirió al visor, sin miedo al contagio (mi cámara metálica esta desgastada en esa zona; mi ojo también). Ahora, finalmente, entre la cámara y el ojo parece que sólo hay aire o lo que sería peor, vacío. Confiemos que el misterio no se pierda para siempre.
25 MARZO 2005
© 2003 pepe fuentes