Cuando me miraba, tenía la inquietante sensación de que se asomaba al abismo de mis sombras, que ella veía y yo no. Me era difícil soportar mi vulnerabilidad. Aunque quizá sólo eran falsas percepciones provocadas por los propios miedos.
Miraba desde dentro de la luz de un sueño
como ángel andrógino
de la melancolía
José Ángel Valente