MIS AMIGOS. Con mi amigo Ángel, en la época de esta fotografía; tomábamos café casi todos los días, charlábamos al sol y nos permitíamos acompañarnos durante buena parte de la tarde. Después, nos íbamos cada uno a lo nuestro, que ahora no sé muy bien en qué consistía. El tiempo no nos acuciaba. Planeábamos historias imposibles e intercambiábamos secretos sobre vivencias de aquel momento. Frecuentemente eran estrategias para conquistas posibles e imposibles, aventuras sexuales y cosas parecidas, todo muy ligero y fácil de llevar. Luego, el tiempo y la más baja realidad, se iban encargando de poner las cosas en su sitio: casi todas se malograban.
25 JULIO 2005
© 1983 pepe fuentes