No se narra para recordar, sino para hacer ver. Para hacer visible las conexiones, los gestos, los lugares, la disposición de los cuerpos.»
Me pregunto, desde el casi desacuerdo con Piglia, acaso el ver no es recordar ? o dicho de otra manera, hay alguna forma de conocimiento que no se sustente también en el recuerdo, con toda probabilidad deformado, pero recuerdo a fin de cuentas ? Ahora han pasado exactamente siete años: vuelvo a ver, escribo y, además, casi puedo percibir la intensidad de la luz, la textura de la piedra, el aire salado y mi afán de ese momento que inocula otros afanes posteriores. Muestro y me hago ver mi propio recuerdo, apoyado por la irrefutabilidad fotográfica y la inestabilidad de las palabras.