Hombres pez. Los jóvenes, desde por la mañana, se mantuvieron abrazados a las aletas. Cuando llegó el momento de ponérselas y lanzarse al agua lo hicieron con entusiasmo. Les observé y fotografié, me pareció que eran muy felices chapoteando y sumergiéndose en el agua. Sin duda eran capaces de disfrutar de forma sencilla y húmeda, como los peces de colores. Luego, cuando tuvieron que abandonar sus juegos, lo hicieron tranquilos y satisfechos, se quitaron las aletas y las abrazaron.
23 AGOSTO 2005
© 2003 pepe fuentes