Elegimos este Colegio para el niño. En realidad debió haber alguien que lo eligiera por nosotros. Estaba en el centro de la ciudad, de pago y nos dijeron que era bueno. Para mí, que no tenía ninguna experiencia en colegios, el asunto solo consistía en mandar al niño a un colegio y a partir de ahí, era cosa de él. Además pagábamos lo que no teníamos, luego el problema no era mío. El niño lo sabía y nunca dijo nada; si aprendía o no, si estudiaba o no, si le trataban bien o mal y yo nunca le pregunté. Por el colegio nunca aparecí, no me sentía seguro en ese terreno.
18 SEPTIEMBRE 2005
© 1982 pepe fuentes