La persona más importante de mi vida fue mi mujer, Luisa. Siempre estuvo a mi lado, soportó mi frecuente mal carácter, mis dependencias, mis enfermedades. Trabajó incansablemente, sostuvo la casa e hizo todo lo necesario para que saliéramos adelante. Durante años y años soportó consultas médicas por mis enfermedades y me atendió en todas mis necesidades. Sin ella no hubiera podido vivir. Creo que nos quisimos de verdad.
23 SEPTIEMBRE 2005
© 1982 pepe fuentes