25 SEPTIEMBRE 2005

Algunas cosas sobre NICOLAS F., contadas por su hijo, 27 años después de su muerte.           
He rescatado esta fotografía que debiste hacerte en algún estudio. Creo que pudo ser para tu boda, aunque no estoy seguro.  No puedo recordarte con esta imagen, pero las que tengo posteriores, de tu última época, no las puedo soportar. Prefiero esta dónde estás joven y sonriendo felizmente. No creo que la  felicidad,  tal y como se entiende, fuese un valor sobre el que reflexionaras especialmente y aún mucho menos que la buscases de forma consciente, sin embargo estabas constituido para ella y entendías perfectamente  las satisfacciones inmediatas. Cuales eran las cosas que te compensaban para seguir viviendo? Nunca me hablaste de ellas; creo que te gustaba el dinero (que nunca tuviste) el hecho de juntarlo y aumentarlo, la cantidad te daba igual. La cartilla de ahorro era el documento más apreciado por ti, siempre la tenías a mano. No fuiste tacaño, eras capaz de gastarte todo lo que tenías en hacerme un regalo, me compraste mi primer coche  y te quedaste sin nada.   Te gustaba mucho ser reconocido y que apreciaran tu trabajo. Eras un hombre muy emotivo al que le gustaban los gestos de cariño, aunque tu timidez te impidiera expresarlos. También disfrutabas comiendo y bebiendo. Se te notaba una gran satisfacción cuando estabas con personas a las que querías o que te caían bien. No elaborabas discursos existenciales y mucho menos te interesaban los valores sociales y las ideologías. De arte, mejor no hablar. Te arreglabas con una pequeña colección de normas domésticas. También te gustaba ponerte elegante de vez en cuando, sabias que eras un hombre atractivo y te envanecía mostrarte. A mí eso me gustaba, nunca pasabas desapercibido.