No hace mucho tiempo vi una película que cuenta una historia que te hace pasar de la tristeza a la risa y de la alegría a la pena. Te coloca frente a la dureza de la vida y te hace creer que la generosidad y el imposible están a nuestro alcance. Sólo es preciso desearlo con determinación y ganas. También te invita a sentir que los humanos podríamos salvarnos si nos olvidásemos de algunos códigos asfixiantes, caducas ideologías, prejuicios y estupideces diversas y dejáramos hablar al corazón …
27 OCTUBRE 2005

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