MOSTRAR O NO. Dentro de 48 horas tendrá lugar un hecho casi olvidado para mí, lo que me lleva a reflexionar levemente. Se trata de una pregunta nuclear en el proceso de creación supuestamente artística, y es el mostrar o no a los otros el trabajo realizado que, dicho sea de paso «nadie ha encargado o pedido». Enseguida me vienen a la memoria frases hechas que he manejado en algún momento con mucho convencimiento, como por ejemplo «el fin último de una obra plástica es que sea vista, condición sin la cual el proceso está incompleto«; en fin, cosas así. Son frases con las que me he armado a veces para argumentar el derecho a molestar a los demás con «mis cosas«.
2 ENERO 2006
© 2005 pepe fuentes