Los años se suceden y el peso del tiempo nos arrasa. Sin embargo, ahora, a ti, te engrandece porque creces. Cuando escribo estas líneas te encuentras a este lado del mundo y me alegra, mucho, que compartas con nosotros tu vitalidad y tus proyectos. Ganamos todos. Hoy estás otra vez al otro lado del mundo y nos acordamos de ti. Que tengas un buen día.
17 ENERO 2006
© 2004 pepe fuentes