Berlín. Sabía que este lugar era una de las claves fotográficas de esa ciudad. Conocía algunas imágenes que me hacían pensar que tenía algo que hacer allí; es más, la elección de esa ciudad como etapa del viaje fue, esencialmente, para fotografiar esa obra (también estaba el recuerdo de la fotografía de Cielo sobre Berlín, pero esa es otra historia). Era el primer día, amaneció gris y lluvioso, caminamos por la ciudad al azar y nuestros pasos, impremeditadamente, nos acercaron al mismo tiempo que el sol se ponía de nuestro lado adueñándose de la situación. A las cuatro de la tarde todo estaba colocado. Fueron tres horas de toma y de GOZO.
6 FEBRERO 2006
© 2005 pepe fuentes