«UNOS » 4. Estos, de graciosos no tienen nada, al menos aparentemente; o quizá sí lo sean pero, al estar ensimismados en un ceremonial trascendente como la misa católica, que no provoca gestos ni sensaciones gozosas o sonrientes, y donde además no se baila, a pesar del disfraz, se muestran serios e imperturbables. Han llegado a una edad en la que sus semblantes denotan que nada es fortuito: sus expresiones son el resultado de una larga vida inmersos en estos trances espirituales. Parecen encarnar el ideal de la solidez más acendrada. Viéndoles siempre me he preguntado si serán capaces de reírse de sí mismos, aunque sea un poquito.
25 MARZO 2006
© 2000 pepe fuentes