Tengo sensaciones contradictorias hacia los graderíos. Vacíos sugieren o prometen representaciones, las que sean, que pondrán en juego ficciones, pasiones, en definitiva historias humanas. Llenos me resultan sofocantes, están concebidos para que la gente, colocada en perfecto orden, dirija la mirada y la atención hacia un mismo punto; el espectáculo será igual para todos y en consecuencia casi todos sentirán lo mismo o muy parecido, al unísono.
11 ABRIL 2006
© 2003 pepe fuentes