Entre la fotografía superior e inferior pasaron 24 horas. No; no es una tesis sobre cómo se ve afectada la materia por el paso del tiempo y la acción de un jardinero. Entre otras cosas porque no me llamo Santiago Sierra y no soy un artista conceptual con el firme propósito de aburrir hasta la náusea. Todo es más azaroso y, por tanto, más ligero e intranscendente. Lo importante no es esta imagen, sino el hecho de pasear indolentemente por el recinto del Castillo de San Jorge, un día cualquiera de hace tres años, fotografiar, porque sí, sin más y, para colmo del adorno y el placer caprichoso, volver al día siguiente, y repetir la misma fotografía, porque sí, porque algo sin importancia había cambiado y me hacía gracia, simplemente. Qué lástima, no conseguir ser un fotógrafo conceptual para así tener éxito.
13 ABRIL 2006
© 2003 pepe fuentes