Fotográficamente, lo que más me atrajo fue la armonía en la disposición de la maquinaría agrícola oxidada y rota, dispersa por la amplía extensión de tierra aplanada y salpicada de malas hierbas Hace cuarenta años esta propiedad debió ser floreciente: con peones, encargado y dueños que viajaban en coche grande, veraneaban y comían en salón con chimenea servidos por asistentas de uniforme.
27 MAYO 2006
© 2005 pepe fuentes