Estas historias son viejas y conocidas. La imagen viene de lejos, de una época en que las formas alternativas eran graciosas y nos las creíamos. Menos mal que la fotografía nos ayudaba a que la risa alborozada no nos desorientara, y si flaqueábamos, no era culpa de ella, fatídica y lúcida siempre.
2 JUNIO 2006
© 1984 pepe fuentes