Me pregunto: existe alguna relación entre el tono de piel, la textura y aparente blandura de las carnes de los curas con el eterno sentido de culpa que emana de la doctrina católica? Están infectados de remordimientos y el tratamiento al que se someten les produce un efecto secundario tan desolador como fofo? Probablemente el que no cuiden su aspecto físico tiene que ver con que tienen prohibido seducir (supongo). Si yo fuera cura me entregaría a la gordura más infame, por el placer físico de la gula y porque además parece un pecado sin apenas importancia (que yo sepa los curas no pasan controles de peso). Como todavía me permito pensar y ejercitar (de vez en cuando) la lujuria, que sin duda es más pecado, procuro mantenerme razonablemente presentable y controlo la gula. Resumiendo: entre la gula y la lujuria, me parece mucho más atractiva esta última.
6 JUNIO 2006
© 1999 pepe fuentes