Edmond Jabés: «El escritor no busca ser el testigo. Él está solamente a la escucha de las palabras que trazan su porvenir«. El fotógrafo, por el contrario, está obligado a ser testigo y sólo él será responsable de la elección del escenario dónde se jugará su razón de ser; con el que intentará el relato que lo perfile o lo desenfoque. Todos son válidos a priori, cualesquiera que fueren. La clave radica en el tratamiento y el hálito que el autor imprima a su motivo; lo demás es secundario, azaroso o simplemente interesado y banal.
5 JULIO 2006
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