3 AGOSTO 2006

© 2006 pepe fuentes
Autor
pepe fuentes
Año
2006
Localizacion
Toledo (España)
Copiado máximo en soporte baritado
2
Fecha de diario
2006-08-03
Referencia
1182

Ayer, para poner a prueba mi teoría de anteayer  (es decir, comprobar que hay vida debajo de mi receptáculo craneal)  dediqué un par de horas a pensar  y escribir, y lo cierto es que sentí ciertos estímulos vitales e incluso físicos. Acabo de releer el resultado y, sí, está bien; debe ser porque no parece que se me ocurriera a mí. Conclusión: si alguien como yo, iletrado, de inteligencia escueta y movilidad cerebral  renqueante escribe un texto pretendidamente (o pretenciosamente) teórico y además da el «pego», una de dos: o todo lo que decía ayer es una inmensa falacia (yo no creo que lo sea), o cualquiera puede hacerlo, lo cual cuestiona seriamente el valor que definimos como inteligencia,  es decir, todos somos inteligentes (o ninguno) y la clave radica únicamente en la voluntad de hacer o ser.

Es una presunción positiva suponer que escribir ese texto (subjetivo, trivial y prescindible)  sea un acto inteligente y no una excrecencia de un cerebro ocioso y desorientado. 

Pepe Fuentes ·