Esta pareja se encontraba a unos metros de las chicas de ayer y no me produjeron la misma curiosidad y estimulo que ellas. Quizá porque las parejas me sugieren la idea de historias completadas, de continuidad sabida y final previsible y lo que es peor, miran poco a su alrededor. También la impresión de que puedan estar carcomidos de aburrimiento, posibilidad que a mi también me aburre (las chicas de ayer también podrían ser pareja, pero exploraban con la mirada como si no lo fueran y eso me gustaba). Sin embargo, estos parecen divertirse; tal vez sean amantes que se han escapado a vivir una aventura inolvidable, dejando además a sus respectivos cónyuges cuidando niños latosos. O, quizá, se han conocido hace diez minutos y ya están encendidos de pasión y deseo. Pero no supe nada de sus circunstancias y tampoco sentí ninguna curiosidad por ellos; sólo ahora porque se colaron y «figuraron» (sin saberlo) en esta fotografía que me gusta.
13 AGOSTO 2006
© 2006 pepe fuentes