Había mucha gente alborozada jugando en la playa. Entraban y salían del agua, algunos se tumbaban, cerraban los ojos y dormitaban, otros jugaban con pelotas y a otros les daba por modelar figuras con arena. Qué encantadora (y artística) actividad. Qué sanos son los veraneantes (o bañistas). Creo que en algún momento he querido ser como ellos y saltar alegremente en la arena y luego modelar figuras efímeras. Sin embargo, nunca he conseguido sentirme feliz en una playa haciendo de bañista (o veraneante). Las orillas del mar sólo me gusta pasearlas mirando, sólo mirando, vestido y con una cámara con la que protegerme.
29 AGOSTO 2006
© 1986 pepe fuentes