HOMBRE QUE DESCANSA SOLO EN CONEY ISLAND. Ha caminado a lo largo del paseo que discurre paralelo a la línea de playa, con las atracciones antiguas a la derecha, hasta sentarse en el banco frente al mar. Su marcha solitaria, sobre el suelo de listones de madera en forma de espiga, ha durado quince minutos a lo largo de casi un kilómetro. Su cuerpo pesado le obliga a descansar con frecuencia. Está tranquilo y mira distraídamente hacia lo lejos. En este momento no piensa en nada. A pesar de que Thomas Stearn Eliot, escribió: «El terrible momento / de no tener nada en que pensar» este hombre no parece sentir esa angustia y yo tampoco, al menos en esos instantes.
28 OCTUBRE 2006
© 2006 pepe fuentes