Este mes, para empezar y acabar: ella. Al menos su atractivo evitará que los encuentros sorprendentes en una iglesia ruinosa, fiestas primaverales, paisajes lejanos y cercanos, fotografías no publicadas y algunas cosas más, se caigan por alguno de los dos lados. A estas alturas, todos sabemos que este diario existe gracias a ella.
31 OCTUBRE 2006
© 2003 pepe fuentes