La cámara de mi amigo, además de extraña para mí, iba provista de un « zoom » (objetivo sofisticado que permite una relación con la realidad variable y antojadiza y que yo nunca utilizo), por lo que enseguida empezaron las tensiones. Esas cosas las cámaras las notan y reaccionan (yo también). Mientras caminaba a buen paso (ya era algo tarde: últimamente se hace tarde enseguida), disparaba a impulsos sabidos y ella, aunque entiende de ellos porque es de mi amigo y ambos hemos vivido juntos en fotografía, como no me conocía estaba algo fría y distante. Luego comprobé que me la había jugado: desenfocó todas las fotografías de esa tarde.
2 NOVIEMBRE 2006
© 2006 pepe fuentes