Antes de irme de la otra orilla, hice esta última fotografía. Es una fábrica de luz que tenía una fuga (se puede ver en el ángulo superior derecho). En ese momento, no sé si por el efecto de la proximidad de la creación de materia intangible que además hacia ruido, me sentí desorientado. Ya no sabía si estaba en la orilla buena o mala, en « la mía » o en « la otra » Llevo muchos años viviendo cerca del río y a veces sufro la desorientación momentánea de no saber en que lado estoy. El río es artero y sinuoso y siempre me desconcierta con sus cambios de dirección. Cuando me ocurre, tengo que pararme y repasar despacio el recorrido que lleva él y el que llevo yo; una vez situado sigo sin comprender muy bien cual es mi sitio y cual el suyo.
6 NOVIEMBRE 2006
© 2006 pepe fuentes