Tetralogía del hombre caído Segundo acto. Voz en off:
Tiembla el ser adonde ya no hay nada
sino una flor contra el ser
un silencio contra el mundo
y un ser contra la nada. Leopoldo María Panero
Se dio la vuelta tembloroso por si a su espalda se hubiera abierto un túnel de luz por donde escapar; pero no, fue aún peor, no había salida y una de las paredes se había tornado negra y amenazadora. La otra seguía siendo blanca -el negro y el blanco-; ninguna de las dos tenía futuro, ambas resultaban insoportables. Una era el vacío oscuro y desesperado y la otra la entrega blanda y acobardada. Delante el ángulo angosto y detrás el camino sobre el que ya no deseaba volver.