13 ENERO 2007

ACABO. Sólo el mercado da sentido al esfuerzo aunque se trate de una mera transacción mercantil, trueque y sólo trueque (nada más y nada menos). En mi caso preferí una nómina mensual, el trato con la subsistencia era más limpio y claro. Una vez superada mi higiénica relación con el mundo estoy instalado en el chapoteo silencioso y en la desorientación. No hay voces al otro lado, el escenario está apagado y  los días se suceden planos,  aunque no sean estaciones de desesperación. Mi musculatura es todavía consistente y  podré seguir caminando y observando a  mí  alrededor, aunque ya sea por una sola razón: quiero convivir con el tiempo dignamente y morirme algo más tarde.
 
La lenta soledad de los cipreses
la sabia disposición del paisaje
bajo la luz  de oro que rocía el crepúsculo
un hombre pasea por las sendas
entre las ruinas de la Villa Adriana.
José María Alvarez