Hoy, como últimamente, abro los ojos leyendo a José María Álvarez. Lo hago porque él me recuerda que la belleza existe y así puedo pasar el resto del día algo más tranquilo después de otra noche sin sueños. Leo y me pregunto ¿de qué nos puede servir el arte que no nos consuele de nada?. El arte desprovisto de carne, de carne suave y perfumada; de aliento melancólico y acogedor que nos haga sentirnos niños asombrados y felices, también, posiblemente, asustados de un mundo que no conseguimos entender del todo.
¿Sabes cuando nos derrotaron?
Me refiero a nosotros, los artistas,
Nosotros que habíamos sobrevivido al terror y al oro
¿sabes en qué momento nos derrotaron?
José María Álvarez