VIERNES: es el mejor día de la semana. Cuando el viernes amanece todo es posible. Siempre el mismo sueño, siempre la misma necesidad, siempre el mismo deseo y siempre en viernes. Estoy sentado en mi mesa frente al ordenador y a un ventanal. Por mi calle no pasa nadie durante la semana. Sólo los viernes los soldados bajan hablando fuerte. Es curioso, cuando se van de fin de semana, bajan y cuando vuelven el domingo por la noche, suben; así es mi calle, como la vida misma: cuesta arriba todos los días, menos uno. Los viernes son días para bailar y olvidar las batallas perdidas de la semana.
19 ENERO 2007
© 2006 pepe fuentes