«…se te ocurren cosas notablemente estúpidas…» Pierre Mac Orlan.
No, eso no me lo dice Mac Orlan, yo únicamente lo suscribo. Sólo conozco alguna de sus obras: notablemente bellas. Tampoco he leído a otros muchos autores que también han escrito obras importantes que me habría gustado disfrutar. Uno de mis grandes secretos y que llevo toda la vida disimulando es mi inabarcable incultura, ¡maldita sea! Aunque, no sé si estaría dispuesto a cambiar tan lamentable circunstancia por una especialidad cualquiera; ser médico (como los del otro día) o abogado, por ejemplo. En ese caso, socialmente estaría considerado como alguien que sabe de «algo», que desde luego no es un vulgar ignorante e iletrado. No importa: siempre fui de la opinión (probablemente como mecanismo de defensa) de que el que era –algo– tenía muy serios impedimentos para ser otras cosas. De esta forma, me echaba una mano pensando que así estaría más cerca de ser cualquier otra cosa o todas al mismo tiempo. Todavía sigo aplazando la decisión de ser algo y creo que finalmente conseguiré «ser nada»; por insistencia e inconsistencia no va a quedar.
Mucho de lo que he dejado de hacer en mí, sigue haciéndose en mí, solo. Antonio Porchia