Algunas veces iba acompañado, en este caso por mi gran amigo de aquella época, Luís. Con él intercambiaba sombras: se parecían mucho las suyas y las mías, con lo cual no adelantábamos gran cosa; ambos cargábamos con las propias y con las del otro. Menudo negocio hacíamos mi amigo Luís y yo! Casi nunca restábamos pesadumbres, sólo las compartíamos y parecía que pesaban algo menos. Entre otras cosas intentábamos ligar, pero por nuestras manías no conseguíamos que nos salieran bien las cosas. En aquella época no llegábamos a entender bien los mecanismos y técnicas de la seducción; después, no sabría calificar la evolución del problema, al menos en mi caso, y él se ha casado, así que…
3 FEBRERO 2007
© 1984 pepe fuentes