Naty, ha seguido junto a mí, o más bien yo junto a ella, bueno, hemos seguido juntos. Me gusta Naty y después de tantos años (en el momento de la fotografía creo que catorce), seguimos riéndonos juntos (si no fuera así, habríamos mandado a la mierda la convivencia, seguro). Maldita la gracia que tiene una relación «estable» sin complicidad, compañerismo, aventuras y risas. Si algún día nos faltan esos ingredientes habrá que pensar en otra cosa; aunque puede que no estemos tan fuertes, siempre será mejor el riesgo que el cansancio.
6 MAYO 2007
© 2004 pepe fuentes