El fotografiado ayer por Manolo, y hoy por mí, es un amigo de entonces: Félix (ya no lo es tanto porque apenas si nos vemos). Creía tanto como yo en eso del «arte fotográfico» y tiene un currículo fotográfico más brillante y largo que el de mi amigo Manolo y yo juntos. Era y es un hombre inquieto, de hecho sigue afrontando proyectos. Algo hay que hacer, supongo. Ah, se me olvidaba, en aquella época también compartíamos una gran admiración por Luis Buñuel. Ahora, él no sé, pero yo menos, seguro; no porque cuestione el indudable talento de D. Luis, sino porque mi capacidad de admiración se ha reducido sensiblemente, o al menos es mucho más volátil: depende del día que tenga, y no me suele durar más de uno, al siguiente, inevitablemente, olvido el objeto de mi mitomanía o lo cambio por otro.
10 MAYO 2007
© 1987 pepe fuentes