LAS CRISIS. En la época de esta especie de secuencia, en la que me ayudó mi amigo Manolo, tenía frecuentes crisis depresivas ¿se nota, no? Mi vida no funcionaba bien entonces. Un par de años después, las crisis, al menos las de peor aspecto, estúpido y antipático, dejaron de presentarse y fui respirando algo mejor. Lo cierto es que he pasado años sin sentir ese estado de ánimo tan malencarado, hasta el mes pasado en que, inesperadamente y sin motivo aparente, me hizo una visita. Tardé tres días en quitármelo de encima, no fue mucho el tiempo, pero sí terriblemente molesto.
19 MAYO 2007
© 1983 pepe fuentes