Delicioso suicidio en grupo. Arto Paasilinna. Cómo resistir la tentación de leer una historia con un título que reúne tres palabras tan sugestivas y contradictorias?
Delicioso: exquisito, sabroso, delicado, primoroso, placentero…
Suicidio: ¿Quién no ha pensado en quitarse la vida alguna vez? Pocas acciones pueden encerrar un sentido más contradictorio: una misma persona puede sentir el deseo irrefrenable de aniquilarse o de vivir eternamente y ambos en un intervalo de tiempo increíblemente corto.
Grupo: La sospecha o paradoja se confirma al leer esta graciosa historia. El suicidio en grupo es imposible, salvo para los fanatizados, pero esos no deberían contar en las estadísticas de suicidas, sino en las de los imbéciles sin solución. Las personas no se matan en grupo; la relación social neutraliza cualquier gesto de desgarro. Los suicidas siempre actúan en soledad; como debe ser.
La novela está protagonizada por finlandeses, seres completamente desconocidos para mí, aspecto por lo que me resultó doblemente deliciosa.
2 JUNIO 2007
© 2006 pepe fuentes