En Nueva Orleáns nos gustó el día y la noche; algunas ciudades son diurnas, otras nocturnas, pero las mejores, las que me gusta vivir aunque sólo sea unos días, son las que ofrecen ambas caras. Es más, prefiero las nocturnas, porque a esas el día les viene dado por si mismas. Durante las tres noches que paseamos Bourbon Street, en ambos sentidos, no faltamos a la actuación de Big Al Carson. Sentado, tranquilo, sin apenas moverse (pesa en torno a 225 Kg), cantando soul y blues con fuerza, y bromeando con los clientes, sobre todo con la canción Nursery Rhymes. Para él nosotros éramos los franceses. Qué más daba. Es curioso, todos los americanos que intentaron adivinar nuestra procedencia opinaban que éramos franceses; aunque no sé por qué, no creo que lo parezcamos.
9 OCTUBRE 2007
© 2007 pepe fuentes