Pero al día siguiente, aunque la luz era la misma (aunque eso nunca se sabe a ciencia cierta), la sensación no lo fue (siempre me ocurre lo mismo, sin cámara la realidad se muestra distinta a cuando la llevo). No obstante, voluntarioso, me dispuse a fotografiar. Primero fotografié con mi vieja cámara grande, a mano (el trípode pesa y me resulta incómodo llevarlo conmigo), y no, tampoco por el visor me parecía lo mismo; incluso, lo que veía, me parecía banal.
25 NOVIEMBRE 2007
© 2007 pepe fuentes