Guardé la cámara grande y cogí la pequeña; llevaba gran angular (24 mm) y filtro rojo (por la película infrarroja), y con el mundo teñido de rojo, la perspectiva alargada de los pinchos, lacios y derrotados, parecía otra cosa. Hasta me gustaba. Claro, me dije, determinada realidad o la coloreas o la materia y la forma te abruma hasta el hastío. Por la tarde, leyendo la crítica de Exploradores del Abismo, el último libro de Vila Matas, con una excelente fotografía de André Kertész en la portada (que por cierto, ya he colocado a mi derecha, el primero en el orden de lectura), Ayala-Dip cita al autor: «Combato la realidad con la ficción.» No puedo evitar pensar en las fotografías de la mañana, del cómo yo pretendía que la realidad de mis pinchos muertos parecieran otra cosa; o quizá no, tal vez mi intención era -combatir la realidad con la misma realidad- y fotografiar sea potenciar la realidad hasta convertirla en hiperrealidad, es decir pura ficción.
26 NOVIEMBRE 2007
© 2007 pepe fuentes