Veintiséis de Noviembre. Lunes. Gran cansancio. Inexplicable. No hay nada en mi vida que pueda causarme cansancio; salvo el propio cansancio. Qué cansancio. No hay remedio para casi nada y tampoco para el cansancio. Buscar soluciones para el cansancio es terriblemente cansado: quizá la clave esté en no hacer nada y procurar descansar, sí; ¡pero es tan cansado descansar! Alguien me dice que el problema del cansancio está en tanto descanso; pero pienso que no, que el cansancio es el núcleo mismo del propio cansancio (o de la vida) y que además, es inevitable y probablemente incurable.
4 DICIEMBRE 2007
© 2007 pepe fuentes