El uno de enero del año pasado empezaba este diario con una fotografía de Ella. También éste, por qué no. Espero que el primer día del año que viene también aparezca una fotografía suya: significará que seguimos en marcha. Es una suerte para mi tener su belleza y su fuerza cerca, cada día. Lo demás no importa demasiado, salvo los míos que están en Chicago y mañana nos vamos a verles.
1 ENERO 2008
© 2004 pepe fuentes