(diecisiete horas) Aquí sigo. El cielo limpio de nubes y el sol retirándose detrás del viejo Hospital que me tiene rodeado por el sur y el oeste. Perplejo delante de la pantalla del ordenador, y para eludir la evidencia de mi oscurecimiento, miro hacia el noreste, dirección que me permite abstraerme en el lejano horizonte y ver pasar los coches por la distante carretera. Creo que debo ponerme a trabajar un rato en el gestor de contenidos de la nueva web: fotografías, textos, alguna que otra idea y así tiempo y tiempo. Tendremos un hermoso y nuevo escenario; más amplio y luminoso.
11 ENERO 2008
© 2002 pepe fuentes